Proceso de construcción y terminación de un Oud eléctrico.
jueves, 26 de junio de 2014
Guitarra Flamenca blanca a la venta
Las siguientes imágenes corresponden a una Guitarra Flamenca de construcción tradicional. La tapa es de Pino Abeto y el Fondo y Aros de Ciprés; trastera en ébano y mango en cedro. Ideal para aquellos que se están adentrando en el acompañamiento al cante y claro también para tocar como solista en este estilo con el típico sonido brillante y quebrado que nos da este tipo de instrumentos.
Aquel que esté interesado puede escribirme al correo o llamarme por teléfono. En la sección contacto están todos los datos.
Detalle de la Boca y Roseta |
Vista de Frente. Tapa de Pino Abeto |
Trastera de ébano y clavijeros dorados de excelente cañlidad |
Vista trasera. Fondo y Aros en Ciprés |
martes, 20 de mayo de 2014
Conservación y cuidados en la guitarra
Este trabajo apunta a la toma de conciencia del músico
sobre su herramienta de estudio y trabajo intentando evitar los problemas
típicos en la guitarra y en todos los instrumentos de cuerda en general.
La guitarra, como
instrumento delicado que es, ha de cuidarse de manera esmerada, ya que es mucho
más frágil de lo que aparenta. Está construido normalmente
más de un 90% en base a materiales orgánicos como la madera que, más allá del
buen estacionamiento, al tener características higroscópicas (absorción y
rechazo de la humedad ambiente) deben ser protegidos de todo tipo de cambio
brusco de clima.
Como
recomendación inicial se puede mencionar que el instrumento debe guardarse en
su estuche ya sea rígido o semi-rígido cerrado siempre que no lo estemos
tocando y evitar a toda costa las fundas de lona acolchonadas ya que casi no
protegen nada. Aunque parezca obvio no lo es tanto, ya que en mi experiencia
muchas roturas comunes se dan por este descuido. La guitarra al ser muy
maniobrable sufre descuidos como el dejarla apoyada sobre una mesa, contra la pared,
colgada o en un pie de apoyo en el mejor de los casos. Habría que tomar el
ejemplo de los violinistas que al ser un instrumento obviamente frágil lo
guardan inmediatamente si no lo están sosteniendo entre sus manos. Este tipo de
descuidos hacen que se produzcan muchas veces golpes accidentales, rajaduras
por estar en contacto con una baja abrupta de humedad, o deformaciones en el
mango que luego hace que el instrumento resulte más incómodo o trastee
demasiado.
-Hay que tener excesivo cuidado con los
focos de calor o frío, NUNCA deben
apuntar directamente al instrumento y la temperatura ambiente tratar que no
sobrepase los 25 grados. Tanto los calefactores, aires acondicionados o
ventiladores apuntados hacia uno cuando se está tocando, pueden causar
rajaduras o desencoladuras sobre todo en la zona de la Tapa Armónica.
Lo óptimo sería que el instrumentista tenga
un medidor de humedad y temperatura (termómetro e higrómetro) y que estos se
encuentren alrededor de los 25ºC y
entre un 45 a
un 60 % de humedad como máximo. Si se encuentra en un clima húmedo se
puede optar por echarle dentro de la caja un paquete de Silica Gel y si pasa lo
contrario se coloca una fuente de humedad como por ejemplo un estuche pequeño
con agujeros con un paño o trozo de algodón ligeramente empapado en agua dentro,
lo cual va evaporando sin mojar el instrumento y haciendo que no seque
abruptamente. Para ello en algunas casas especializadas se pueden adquirir si
uno quisiera, unos dispositivos preparados que quedan colgando hacia dentro
desde la boca, aunque muchos guitarristas se las ingenian para confeccionar uno
casero.
De
todas formas y para concluir con este punto cabe aclarar que lo mejor es
controlar la humedad y la temperatura ambiente dentro de lo posible. A este
trabajo adjuntaré más adelante una tabla de referencia para quien lo desee
tenga en cuenta estos valores ya que al modificar la temperatura se modifica la
humedad interna que contiene una madera.
-Cuando la guitarra deba viajar en avión, en la
bodega de equipajes, hay que aflojar completamente las cuerdas. Nunca se deben
colocar en los maleteros de los coches o autobuses, ya que expuestos al sol o
al calor del motor alcanzan temperaturas muy elevadas. Recuerde como regla básica: “Donde vea que una persona no puede
ir porque sufriría, tampoco puede ir una guitarra”
-Nunca
lleve un instrumento delicado a la playa, por más que parezca divertido es
mejor conseguir uno de maderas enchapadas que resisten mucho más aunque no
suenen igual.
-Para
mantener los clavijeros alcanza con aplicarle una vez cada seis meses una gota
de aceite lubricante de máquina ó grafito en la zona de los engranajes lo cual
mantiene más liviano el trabajo de los mismos y retarda el desgaste del tiempo.
También es recomendable en cada cambio de cuerdas, revisar que los tornillos
que componen los mismos estén ajustados ya que se suelen ir aflojando con el
tiempo.
- Cuando cambie las cuerdas, hágalo una a una para conservar en lo
posible la tensión sobre el mástil, y la de las cuerdas sobre la tapa. Sobre
todo en instrumentos jóvenes que aún se están “acostumbrando” al trabajo de
fuerza.
Su guitarra, si es artesanal, seguramente ha sido ajustada para el
calibre y la tensión de las cuerdas que equipa originalmente (consulte). El
cambio a cuerdas de otra tensión puede hacer necesario el reajuste de la
tensión del mástil en el caso de tener tensor regulable o calibrar la altura de
cuerdas desde los huesos y rectificarle los trastes.
Es normal que el mástil sufra ligeras oscilaciones a lo largo del año,
consecuencia directa de las diferentes temperaturas y humedades medias
estacionales. Los efectos negativos de estas variaciones pueden ser compensados
en la mayor parte de los casos cambiando la altura del puente que en el caso de
una eléctrica se realiza mediante sus tornillos de ajuste. Esto es recomendable
que lo realice alguien con conocimientos.
-El lustre en los instrumentos artesanales suele ser muy
delicado y sufrir fácilmente rayones o desgastes. Hay que evitar que tengan
contacto con alcohol u otros tipos de solventes. Para su limpieza sólo basta
con repasarlo suavemente con un paño de algodón puro (nunca mezcla con
sintético) o de microfibra que se utiliza para limpiar pantallas de monitores.
Eventualmente se le puede aplicar una película liviana de lustra muebles siempre
y cuando no lo ablanden y no contengan siliconas. De todas formas antes de
poner mano con alguna solución en un instrumento es preferible consultar a un
lustrador con experiencia ya que puede fácilmente resultar dañado por descuido.
“Hay
que tener en cuenta que ante cualquier rotura que se vea en el instrumento,
sobre todo en la región de la tapa, es recomendable quitarle las cuerdas y
llevarla rápidamente con un luthier. Si no se puede llevarla a la brevedad con
un entendido en el tema, lo mejor es que permanezca sin cuerdas. La tensión
sobre el instrumento con una rotura puede agravar considerablemente el problema.
Hay que considerar que mientras antes se arregle tenemos menos posibilidades de
deformaciones en el instrumento siendo la reparación más simple, rápida,
económica y con mejores resultados finales.”
Es muy
importante no meter mano si no se sabe hacer algo. Más
adelante haré unos instructivos para que el guitarrista que se anima pueda
superar problemas con herramientas y conocimientos elementales.
-Más allá de todo hay que
tener en cuenta por muy buen cuidado que se dé al instrumento, hay una serie de
desgastes inevitables en uso normal:
·
Los trastes han de ser retocados o
cambiados cada cierto tiempo.
·
El acabado puede sufrir
alteraciones de color, normalmente hacia un tono más amarillento u oscuro. El
alto brillo inicial se puede ir perdiendo con el tiempo sobre todo en la goma
laca.
·
Las piezas metálicas doradas o
cromadas pueden perder su recubrimiento.
· Los huesos con el tiempo van desgastándose por la acción de las
cuerdas, teniendo que suplementarlos o cambiarlos por nuevos.
· Los clavijeros van sufriendo desgaste con los años por más que sean de
buena calidad. Esto conlleva el cambio de las partes afectadas o directamente
colocar unos nuevos.
Emmanuel Abeldaño
Luthier
www.eaguitarras.com; e-mail:
info@eaguitarras.com